martes, 14 de diciembre de 2010

La clonación teurapéutica.

Las principales investigaciones en CLONACIÓN TERAPÉUTICA HUMANA van dirigidas a conseguir tejidos para trasplante a personas adultas, MEDICINA REPARADORA, obviando el riesgo de rechazo.
La clonación terapéutica implica la destrucción posterior del embrión clonado del que se han extraído las células de la Masa Celular Interna, fuente de los tejidos para transplante.
Vamos a poner un ejemplo para entender mejor esta posible aplicación de la clonación terapéutica. El caso que exponemos a continuación es ciencia-ficción pues aún se está muy lejos del objetivo que presenta este caso. Las posibilidades terapéuticas que se exponen se basan en especulaciones, pues hoy día se está muy lejos todavía del objetivo que presenta este caso.
Paciente de 50 años, bebedor habitual de 70 gr. de alcohol al día desde los 20 años. Presenta insuficiencia hepática grave, secundaria a una cirrosis alcohólica de larga evolución. El paciente precisa de un trasplante hepático urgente. No existen donantes, o los que existen no son compatibles. Aquí entra en juego la aplicación de la clonación terapéutica.
Al paciente se le aísla cualquier célula somática de su cuerpo, por ejemplo de la piel. Siguiendo la técnica de la oveja Dolly, introducimos el núcleo de la célula de la piel en un óvulo al que previamente le hemos extraído su núcleo. Se estimula el óvulo con el núcleo transferido, y observamos que comienza la división celular de ese embrión clonado. 
Ese embrión contiene la información genética del individuo cirrótico (puesto que tiene el núcleo de la célula de la piel del cirrótico), es un clon del individuo cirrótico. Dejamos que el embrión se desarrolle hasta la fase de blastocisto. A continuación extraemos de la Masa Celular Interna de ese embrión la célula madre (stem cell) encargada de generar el futuro hígado de ese individuo todavía en fase embrionaria. Cultivamos esas células y obtenemos células hepáticas inmaduras (hepatoblastos), obteniendo en el laboratorio tejido hepático amorfo. Ese tejido lo trasladamos al hígado del enfermo, que al ponerse en contacto con tejido conjuntivo (matriz colágena que hace las veces de andamio donde se sustentan y adquieren su forma los distintos órganos), empieza a crecer de forma ordenada, restituyendo el hígado dañado. No existe posibilidad de rechazo, porque ese hígado es genéticamente idéntico al hígado del enfermo.
Efectivamente, los posibles beneficios terapéuticos que pueden derivarse de la clonación terapéutica parecen esperanzadores. Sólo una cosa se interpone: la clonación terapéutica implica la destrucción posterior del embrión clonado del que se han extraído las células de la Masa Celular Interna, fuente de los tejidos para transplante. Ello suscita graves implicaciones éticas, que han provocado recelo en una parte importante parte de la sociedad e incluso de la comunidad científica. 

El debate está abierto.
¿Cerramos las puertas al progreso científico?, ¿dejamos que estas técnicas se sigan investigando? o bien, ¿ponemos límites éticos y jurídicos a dichas investigaciones? Además, ¿quiénes deberían marcar los límites, la sociedad, el estado o la comunidad científica?

 Para más información sobre clonación terapéutica ver infografía:

2 comentarios:

  1. Hola Marta, me gusta el diseño de tu blog. Este artículo en concreto me parece muy interesante por toda la polémica que suscita el tema.
    Yo creo que los límites los tenemos que poner entre todos, pero no se le pueden poner tantas barreras a la ciencia, sino ¿cómo avanzaríamos entonces? Personalmente no tengo ningún remordimiento por la destrucción del embrión clonado.
    Un saludo de Teresa

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  2. Me ha encantado tu blog, y el tema que tratas en este apartado siempre me interesó. Aunque soy un gran desconocedor del tema de la clonación me has ayudado a clarificar ciertas ideas, y muy bien las preguntas finales

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